viernes, agosto 31, 2007

Defraudadores categóricos


Si compañero. Hemos defraudado al mundo. Entre los dos podíamos haber hecho grandes maravillas: convertir lo banal en extraordinario; y lo mezquino, miserable y ruin, en una gesta heroica sin precedente alguno.
Si compañero…. Unidas nuestras sinergias nada habría podido con ambos los dos. Seríamos los reyes del mundo.
Sin embargo, ya ves: ni hemos tenido hijos con los que prolongar la estirpe de la patria, ni hemos estudiado lo suficiente como para inventar una mísera vacuna. Nuestro afán por la política jamás pasó de la barra del bar y esas ideas tan prometedoras fenecieron entre las colillas del suelo. Si, incluso aquella novela que ambos escribimos y que tú ibas a llevar al cine acabó por perderse en el disco duro de un viejo ordenador en blanco y negro…. y el sol brillante y esplendoroso de aquellos tiempos se entumeció hasta dormirse en el mas ridículo y prometedor de los fracasos.
Tú te dedicaste a lo tuyo y yo…. Y yo me convertí en Rapatundas.

Bienvenido... otra vez.