sábado, junio 07, 2008

Trabajo temporal


- Verás: Durante cinco años he estudiado los perfiles psicológicos del suicida, desde él que avisa, al que no, él que lo hace por despecho, él que lo hace por cansancio, desgana... o por simples asuntos amorosos. En fin, por un sinfín de razones que me chapado a lo largo de dicho tiempo y para lo que me han contratado hace seis meses...
- ¡Qué dice...
- Digo que ya ves como he acabado: subido aquí, debajo de la cornisa de este edificio, contratado temporalmente por la policía nacional, y viendo como se arremolina la gente ahí abajo.
- Por mi se puede ir. No pienso cambiar de opinión.
- Ese es el problema. No me puedo ir de aquí. Si mi jefe ve como te abandono.... zas.... ya no me renuevan el contrato.
- Váyase a la mierda con su contrato!
- ¿En donde crees que estamos muchacho? ¿En una terraza de verano? Esto mismo... esto es la mierda.
- Entonces me tiraré cuanto antes y ya...
- Para, para, para... ¡Quieto ahí! ... Por favor.
- ¿¡Qué cojones te pasa ahora!?
- ¿¡Qué qué me pasa!? ¿¡Qué qué me pasa!? Pues que eres mi quinto caso de suicido; mi quinto caso de suicidio en seis meses... casi uno por mes.
- ¡¿Y qué?!
- Pues que los cuatro casos anteriores han sido un completo fracaso para mí.
- ¿Cómo?
- Que la han espichado. Muerto. Han convertido mi labor en inútil y soy el hazmerreir de la comisaría. Y, además, ya sabes, estoy a punto de renovar y no se si me pasarán por alto un fiambre más.
-¿?
- Si, no me mires así. En el fondo ,que la palmes o no, me importa un carajo. Cada perro se relame sus propios testículos y no voy a ser yo quien te diga lo equivocado que estás.
-....
- Es mas, a estas alturas de la vida casi te lo recomendaría, que te tiraras. La vida es una porquería, el amor de tu vida, esa chica perfecta, seguramente está poniéndote los cuernos en estos mismos momentos con tu mejor amigo, y por quererte ya no te quiere ni la puta de tu madre.
- ¡Oiga! ¡Sin faltar! ¡Si no quiere venirse conmigo para ahí abajo!
- No me amenaces capullo... ¡Tiene cojones! Perdiendo el tiempo con un mequetrefe como tú y aun tienes las santas narices de levantarme la mano.
- ¡Váyase por favor!
- No puedo. Ya te lo expliqué antes. Y no llores niñato, o quieres que vean un cadáver llorón, un cadáver mojigato lleno de lágrimas.... Total, vas a ser el único que vas a llorar en tu sepelio.
- Usted está loco.
- Loco si, pero con los pies en el suelo... ¿Sabes qué van a decir de ti despues de que tus sesos se desparramen por el asfalto.?
- ¿Qué....
- Que te faltaba una o dos herviduras, que siempre te lo notaron, lo majara que estabas, y que además eras muy debilucho de carácter... Un membrillo emocional.
- ¡Y a mi que me importa lo que digan!
- Nada, por supuesto. Pero lo dirán. Habrás paseado por la vida como un sonámbulo, sin pena ni gloria alguna, y dentro de cuatro días la gente tendrá problemas de memoria hasta para acordarse de tu nombre.
- Es que yo...
- ¿Tu qué?
- Es que nadie... Es que no tengo a nadie.... A nadie.
- ¿Y eso es un problema sin solución?
- A nadie.
- Pero no llores chaval.... no llores.... ¡ Por mis santos cojones! ¡Qué me estás poniendo triste!
- No tengo a nadie.
- Dame la mano...
- ¿Para qué?
- Ya sabes.
- ¿Para que te renueven el contrato?
- Por lo menos....
- Mierda, mierda, mierda....
- Ven aquí....
- Mierda...
- Gracias chaval, me has hecho un gran favor....

3 comentarios:

Doctor Krapp dijo...

En el fondo era también un suicida perezoso aunque lo disimulase.
Me gusta el relato, Suso.

Belén Peralta dijo...

Suso, me paso por tu casa de tarde en tarde, pero no me olvido de ti ni de tus magníficas letras, y entonces es cuando me pongo al día.

Te mando un beso fuerte. Nunca olvidaré tus buenas tardes de cada día, rapaz.

B.

Fauve, la petite sauvage dijo...

Estimado Rapatundas:
¡Vuelve!

Fauviña.